sábado, julio 21, 2007

Sampleando a Góngora



No todas las voces ledas
son Sirenas con plumas,
cuyas húmidas espumas
son las verdes alamedas;
si suspendido te quedas,
a los suaves clamores
no son todos ruiseñores
los que cantan entre las flores,
sino campanitas de plata,
que tocas al alba:
sino trompeticas de oro,
que hacen la salva
a los soles que adoro

Lo artificioso que admira,
y lo dulce que consuela
no es aquel violín que vuela
ni de esotro inquieta lira;
otro instrumento es quien tira
de los sentidos mejores:
no son todos ruiseñores
los que cantan entre las flores,
sino campanitas de plata
que tocas al alba:
sino trompeticas de oro
que hacen la salva
a los soles que adoro.